Lluvia de estrellas en el corazón azul de mi tarde de Octubre en el patio.
Tardes de humedad a través de una ventana, cuando nunca se sabe cuando empieza o termina la llovizna.
Las plantas mojadas, y sus hojas, que hacen malabares para no dejar caer las gotas de lluvia.
Un esbozo del sol, tras las nubes.
La tarde se vuelve tornasolada de a ratos... Detrás de un arbusto, buscando entre las plantas, encontré una sonrisa, celeste, con un arcoiris entre las nubes.
Escaleras blancas en caracol que bajan en interminable bucle desde entre las nubes.
Un aire fuccia en la atmósfera que respiramos casi sin darnos cuenta.
Bailamos con el atardecer en verdes grisáceos... Nubes alargadas se reflejan en el vidrio espejado de las puertas del ascensor.
Florecen las azaleas a rabiar, todo es fuccia, sigue habiendo verde de fondo, en distintos tonos.
Arabescos dorados que llegan de la India para dibujar un camino de pétalos de rosa en óleo pastel.
Los pies desnudos.
Lluvia de brillantina para mí...
Bailo en círculos, y descalzo, sonrío.
Bailo en el aire... El infinito y dorado atardecer hoy es mío.
Chapoteo en mis acuarelas, siento la humedad entre los dedos...
El viento se lleva mis hojas al caer el sol...
miércoles, 21 de mayo de 2008
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